Los sistemas de calefacción habituales, como hornos, calderas y estufas de leña, generan calor mediante combustión. Sin embargo, las bombas de calor no generan calor, sino que lo trasladan de un lugar a otro, proporcionando tanto calefacción como refrigeración a una vivienda.

Las bombas de calor pueden enfriar su casa durante los meses más cálidos extrayendo el calor del aire interior y trasladándolo al exterior. Cuando hace frío y quiere calentar la casa, la bomba de calor extrae el calor del aire exterior y lo traslada al interior.

Si ha calentado con una caldera, estará familiarizado con las ráfagas intermitentes de aire caliente que se encienden y se apagan una y otra vez. El funcionamiento de una bomba de calor es diferente, ya que proporciona un flujo constante de aire a bajo volumen.

Las bombas de calor actuales son más eficientes que nunca. También son capaces de suministrar calor fiable a temperaturas exteriores mucho más bajas. Esto se debe, principalmente, a las mejoras tecnológicas en el diseño de los compresores. El compresor es el "motor" de la bomba de calor. Los compresores de una y dos etapas funcionan a una y dos velocidades, respectivamente. Los nuevos compresores de velocidad variable utilizan un motor inversor que permite una gama completa de velocidades. Esto proporciona una mayor flexibilidad, permitiendo que una bomba de calor funcione a la velocidad que mejor se adapte a las temperaturas exteriores actuales.

Consulte nuestra Guía de compra y funcionamiento para clientes de bombas de calor eléctricas. Nuestra guía, un recurso exhaustivo, contiene todo lo que necesita saber sobre las bombas de calor, incluido un análisis más detallado de la mecánica de esta tecnología de eficiencia energética.