No haga caso de los ajustes de temperatura asociados a su equipo; ajuste el termostato a su nivel de confort.

Una vez que haya ajustado el termostato para que sea confortable, evite hacer ajustes importantes. Su bomba de calor funcionará mejor si se le deja hacer su trabajo, despacio y con constancia.

Evite los cambios automáticos innecesarios seleccionando manualmente los modos de calefacción y refrigeración. Su bomba de calor estará más contenta, y usted también.

Aunque no se puede exagerar la experiencia de un técnico autorizado, hay muchas cosas que puede hacer usted mismo para mantener su nuevo equipo funcionando como debe. Mantenga las rejillas de ventilación abiertas y sin obstrucciones para garantizar un flujo de aire eficaz. Asegúrese de orientar las aletas hacia abajo al calentar y hacia arriba al enfriar.

Compruebe mensualmente los filtros de aire, limpiándolos o sustituyéndolos si es necesario. Mantenga las unidades exteriores libres de nieve, residuos y vegetación. También es buena idea que un técnico cualificado realice una inspección anual.

Evite que la nieve y el agua caigan del tejado al ventilador de la unidad de fuente de aire. Proteja la bomba de calor colocándola bajo un alero de tamaño adecuado o construyendo un pequeño voladizo.

Si en el lugar donde se encuentra la unidad exterior es habitual que soplen vientos fuertes, considere la posibilidad de instalar un deflector de viento del fabricante del equipo para garantizar un funcionamiento correcto.